Deporte Base: el elemento clave en el desarrollo de los niños

¿Dónde está el límite en el deporte base? ¿Debe un niño o joven dedicar la mayor parte de su tiempo a la práctica deportiva? ¿Saben los padres cómo manejarse en estos contextos? Cuando hablamos de deporte base, probablemente surjan bastantes cuestiones que hagan a padres y madres replantearse el modo en el que enfocan estas actividades deportivas en la vida familiar.

¿CUÁLES SON LOS OBJETIVOS DEL DEPORTE BASE?

El deporte base o deporte formativo, no es más que la práctica deportiva regulada desde edades escolares hasta los 18 años, a partir de ahí el deporte base pasa a ser el deporte en adultos.

Desde las organizaciones deportivas el deporte que niños y jóvenes practican, teóricamente no se enfoca con el objetivo de competir al máximo nivel, de hecho la idea principal en el deporte base es crear programas deportivos seguros y psicológicamente equilibrados para los niños, cuyos objetivos principales serían:

  • Adquirir un hábito saludable.
  • Desarrollar destrezas técnicas.
  • Dedicar un espacio para el ocio y la diversión.
  • Fomentar la socialización dentro de un equipo.
  • Promover ciertos valores personales, sociales y psicológicos.

Por ello desde la mayor parte de las entidades deportivas, desde las escuelas, desde el entorno familiar, el trabajo diario de entrenadores deportivos y desde los medios de comunicación, estos objetivos anteriores conforman las estructuras de sus códigos éticos y motivos por los que implementar el deporte base en la cotidianidad de los niños y jóvenes.

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Por desgracia, la realidad en el deporte base nos muestra otra cara. La mayoría de las investigaciones desde la psicología en el deporte base muestran que los niños alrededor de los 12 años incrementan el abandono deportivo.

¿A QUÉ ES DEBIDO EL ABANDONO DEPORTIVO EN NIÑOS

Para entender las causas del abandono deportivo en niños, en primer lugar es importante entender cuáles son los motivos que impulsan a los niños a comenzar la práctica de un deporte. Los estudios acerca de las motivaciones de los niños reflejan que la mayoría de ellos participan en el deporte para DIVERTIRSE. El resto de razones más comunes entre los niños son:

  • Hacer nuevos amigos
  • Hacer algo en lo que son buenos
  • Estar en forma
  • Mejorar sus habilidades

Cabe entender que en el deporte base, no son los propios niños quienes confunden estos códigos éticos y objetivos del deporte en cuestión, sino que los agentes externos (padres, entrenadores, organizadores deportivos, medios de comunicación, etc..) son los que interfieren en el proceso formativo y lúdico del niño.

“Desde las direcciones deportivas deben saber seleccionar y formar muy bien a sus entrenadores, pero previamente deben tener muy claros cuales son sus objetivos y valores a trasmitir. Es habitual escuchar a directivos con discursos muy bonitos pero luego solo les interesa la victoria”  David Llopis, 2015

Los problemas en el deporte base surgen cuando estos agentes externos pierden el foco acerca de las razones por las que los niños practican el deporte, orientándose en exceso hacia la consecución de resultados y la competición.

Así, cuando los niños reciben demandas inadecuadas, cuando las expectativas impuestas por otros son demasiado elevadas, cuando se da presión parental, o cuando la orientación de las entidades deportivas es contradictoria o poco clara, y la realidad de sus objetivos enmascara una actitud de ganar a toda costa… Comienzan los niños a retirarse de la práctica de ese deporte, o lo que sería peor el abandono permanente de cualquier práctica deportiva.

Enfocando el deporte base hacia la superación de metas personales en las que el éxito no sea ganar sino superarse a uno mismo, la concentración no se orientará exclusivamente en los resultados, y se favorecerá el crecimiento positivo en el deporte base.

¿APORTARÁ LA PRÁCTICA DEPORTIVA VALORES A LOS NIÑOS?

Sin lugar a dudas, formar parte de un equipo deportivo o practicar un deporte a nivel individual, fomentará en los niños que lo realizan una serie de conductas y hábitos positivos y significativos para su desarrollo como personas. Así, los niños irán configurándose gracias a las condiciones en las que practiquen su deporte, y dependiendo de cómo sean estas condiciones en los entrenamientos, surgirán estos valores y en sí el acto educativo del deporte, pues será lo que les conduzca a la estructuración de su personalidad.

Por tanto es innegable que el desarrollo equilibrado del deporte base llevará a enormes beneficios en el crecimiento de los niños. A continuación propongo un listado de algunos de estos beneficios que la práctica deportiva, en ambientes adecuados, proporcionará a los niños. ¿Propones tú alguno más?

  • Trabajo, constancia y sacrificio.
  • Respeto y compañerismo.
  • Ilusión, entusiasmo y fe.
  • Concentración y atención controladas.
  • Pasión en lo que se hace.
  • Responsabilidad y disciplina ante las tareas.
  • Alegría y diversión de realizar algo que en sí les genera felicidad.

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